"El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad. Nadie que no lo haya vivido puede concebir siquiera lo que es el pálpito sobrenatural de la noticia, el orgasmo de la primicia, la demolición moral del fracaso. Nadie que no haya nacido para esto y esté dispuesto a vivir sólo para eso, podría persistir en un oficio tan incomprensible y voraz, cuya obra se acaba después de cada noticia, como si fuera para siempre, pero que no concede un instante de paz mientras no vuelve a empezar con más ardor que nunca en el minuto siguiente." Gabriel García Márquez.- LA PROBLEMÁTICA EN EL VRAEM ~ LETRA BELLA

Radio Studio 92

lunes, 26 de diciembre de 2016



DESGANO ESTATAL




Si sumamos terrorismo, narcotráfico, extrema pobreza y escasa voluntad política obtendremos como resultado una paupérrima realidad peruana en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, o VRAEM. Allí se libra un conflicto sin fin entre militares y remanentes de Sendero Luminoso, que no hacen mayor labor que ser sicarios del narcotráfico.

La lucha contra el narcoterrorismo en el Vraem es constante. Lamentablemente no se logra vislumbrar el final de la crisis. Hubieron operativos en los que el estado logro salir victorioso, como fue el caso de la emboscada “Camaleón”, que ocasionó titulares en los periódicos por haber causado la muerte de los cabecillas narcosenderistas “Alipio” y “Gabriel”. No obstante, el pasado 10 de abril, cuando el electorado peruano decidía su voto en las urnas, las Fuerzas Armadas indicaban el asesinato de ocho militares y dos civiles del Batallón Contraterrorista N° 311 –que se disponía a brindar seguridad en un local de votación­– a cargo de remanentes senderistas.

El terrorismo y el narcotráfico en el Vraem son interdependientes: ninguno existiría sin el otro. Los senderistas son financiados por narcotraficantes que utilizan al terrorismo como una especie de chaleco frente al estado para seguir delinquiendo en el cultivo ilegal de coca y su posterior comercialización. Sin embargo, parece que la lucha contra en el narcoterrorismo hasta hoy ha sido muy superficial. Se presume que en el Perú existe una masiva industria de lavado de dinero. Luego,  el exorbitante crecimiento de construcciones inmobiliarias  en Ayacucho y los nexos entre gobierno y narcotraficantes–revelados por los narcoindultos–, no hacen más que evidenciar la escasa voluntad política de nuestros gobernantes.

La razón de la crisis en el Vraem,  es el desconocimiento de la realidad in situ y la falta de voluntad por parte del estado. “Que vengan los políticos, que se queden una semana. Los invitamos a que visiten el VRAEM y declaren desde ahí”, pugnaban los dirigentes civiles del Vraem hace algunos años. La falta de voluntad política podría ser explicada por la baja densidad de la población del Valle, que originaría escasos votos.

Es evidente que el estado solo se ha obstinado en combatir contra el rezago de Sendero Luminoso. Las políticas de estado hacia la sociedad civil brillan por su ausencia. La estadística dice que de 1500 estudiantes que terminan la secundaria en  la región, solo 3% siguen estudios superiores. Lo que es bastante peligroso por lo que se vive en el Vraem: los jóvenes al no tener oportunidades laborales podrían dedicarse fácilmente al tráfico de drogas;  y sin educación, podrían ser altamente influenciables por Sendero Luminoso.
Si la problemática en el Vraem no ha sido erradicada hasta hoy es lógico pensar que los operativos militares contra el narcoterrorismo no atacan el problema de fondo. Los narcotraficantes siguen acrecentando su economía y los remanentes de sendero siguen ideologizando a los jóvenes. Y lo peor de todo: siguen muriendo, salvajemente, inexpertos militares.

Es necesario implantar políticas de estado en la región del Vraem, a través del conocimiento de una realidad in situ, estableciendo mesas de dialogo entre los ministerios de agricultura y economía con los representantes civiles. Asimismo la flexibilización de la inversión pública a cargo del SNIP para la región sería una medida prudente para que se facilite la construcción de obras públicas, como los colegios, universidades, centros de salud.

En un conflicto siempre existirá un costo social, y la lucha contra el narcoterrorismo en el Perú no es ni será la excepción. Pero si el estado mantiene su desconocimiento y falta de voluntad para eliminar el problema, las familias enlutadas que conforman parte del costo social seguirán descansando con un agónico ruido y una terrible rabia.




REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

SOBERON, Ricardo
“VRAEM: narcotráfico, terrorismo y militarización”. 30 pp. Consulta: 16 de abril de 2016.
SOBERON, Ricardo
“La reconversión de políticas sobre drogas en el VRAEM y en el Perú”. Consulta: 16 de abril de 2016.
MONTEAGUDO, Manuel Antonio
“El VRAEM que no vemos”. Ideele. Consulta: 16 de abril de 2016.
CASTILLO, Diego
2016   “Esto es todo lo que sucedía en el Vraem mientras muchos votaban para elegir al próximo presidente”. UTERO.PE. Consulta: 16 de abril de 2016.

5:54 p.m.   Posted by GEANPIEER BRAVO with 4 comments

4 comentarios:

  1. esa parte del pais estuvo en una situación critica desde hace mucho tiempo

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  2. Si pues si el problema no tiene la suficiente atencion mas familias se quedan enlutadas y no solo familias tambien amigos parejas y compañeros esa es la realidad

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  3. Lo primero que se puede manifestar es que nadie en el mundo sabe cómo solucionar el problema del fenómeno de las drogas. Todo lo implementado hasta el momento en el concierto mundial no ha funcionado, el fenómeno de las drogas está profundamente arraigado, intensamente dinámico,

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  4. Esperemos que se solucione esta problemática en la región del Vraem, o más bien tengamosle fe

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