TRÁGICA
PASIÓN
Se luchaba la clasificación para los Juegos
Olímpicos de Tokio 1964. Perú lograba empata pero el árbitro anula el gol. La
tragedia se vislumbra.
Faltaban seis minutos para el final del partido cuando
Kiko Lobatón logra el empate para el Perú. Argentina es el rival y se disputa
la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio 1964. El estadio Nacional
rebalsa de algarabía por el empate. Pero la anulación del gol por el árbitro
uruguayo desata la más grande tragedia del fútbol peruano.
Perú necesita una victoria para clasificar. Para
beneficio peruano Brasil ha perdido. Y Argentina es puntera en la tabla. Perú
cae 0 a 1 en el Nacional y los 50 mil hinchas aún hacen “olas” de desilusión.
Es el minuto 84 y Kiko lobatón anota contra la guardería del arquero argentino
Cejas. Y cuando la hinchada aún no termina de festejar, sentir orgullo y
abrazarse el verdugo árbitro Ángel Pazos marca jugada peligrosa y anula
el gol.
La rabia se siente en las graderías del estadio. La
gente se queja. No lo pueden creer. Un hincha indignado, Victor Campos Vásquez,
logra pasar la valla de seguridad y entra al campo a fustigar al árbitro
uruguayo. La policía lo disuade y los perros lo muerden. Un segundo hincha
Germán Cuenca es violentamente reprimido. La desazón, la indignación y la
violencia es incontrolable en las tribunas. Se suspende el partido.
La policía intenta calmar la situación lanzando bombas
lacrimógenas a los hinchas. Ellos intentan escapar del irritante humo pero
encuentran las puertas cerradas. Se pisotean los unos a los otros. Salir del
estadio es su único objetivo. Lamentable: fallecen 318 personas, 90 por ciento
por asfixia. Dos policías son asesinados y las tiendas comerciales saqueadas.
Los árbitros mayormente no se equivocan a favor del
Perú en materia futbolística. Siempre existe un margen de error en los
árbitros. Son humanos, pueden errar. El culpable de la tragedia en el estadio
Nacional no fue ni árbitro ni hinchada. Fue la deficiente organización y las
medidas de seguridad adoptadas por los dirigentes. Súmale a eso una desmedida
pasión por el fútbol y una idiosincrasia peruana y obtendrás una tragedia. La
peor de todas.
Es intenso y te hace sentir presente pero la realidad la mala organización
ResponderBorrarsolo imaginar estar en ese moemnto es traumante realmente un hecho tragico
ResponderBorrarRecordar que el país vivió momentos de aprensión algunos días antes de la ceremonia de apertura. Los meteorologistas anunciaban que el huracán Wilma podría entrar en acción cerca de Tokio. Pero el temor no concretizó.
ResponderBorrarYa estamos seria de participar en un evento internacional, Perú rumbo al mundial *******
ResponderBorrarYa estamos seria de participar en un evento internacional, Perú rumbo al mundial *******
ResponderBorrarLamentable
ResponderBorrarla tragedia del futbol peruano.
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